Estábamos sentados en la cama de mi habitación y yo estaba
intentando tener el valor para contarle que me había besado con Dani. Estaba
asustada, de verdad que Dani me gustaba pero estaba enmarada de Marcos, de cada
uno de sus lunares, de cada una de sus sonrisas y de casa una de sus
imperfecciones. Él era todo lo que necesitaba para ser feliz y estaba ahí enfrente
de mí. Me invadió una sensación de tristeza pensar que habíamos estados dos
meses enfadados por un error y que todo por lo que habíamos pasado ese verano
no valdría para nada.
Marcos me estaba mirando como nunca había mirado a nadie. Vi
la forma en la que le brillaban los ojos, la misma forma con la que me
brillaban a mi cuando le miraba.
-Dos meses.-Dijo con un hilo de voz. –Dos meses sin verte,
sin hablar contigo.
-Tengo que contarte algo…- Tragué saliva, no estaba lista
pero tenía que decírselo.
-Dime.- Me sonrió.
Disfrute de su sonrisa un par de segundos puesto que podría ser
la última vez que la veía, al menos que sonreía
por mí.
-Durante estos tres meses…- Mire al suelo, no podía mirarle
a la cara. No podía.- Dani y yo, es que,
hemos estado muy unidos… Quizá demasiado y, pues, yo estaba muy triste, y…-Tenia
que soltarlo ya.-Le besé, bueno, me besó. Nos besamos.
-¿Qué?-Se dijo a sí mismo, en voz muy baja. No parecía enfadado.
No lo estaba. Estaba triste, decepcionado y lo comprendía.- Durante seis meses
has sido lo primero en lo que he pensado cuando me levantaba y lo ultimo cuando
me acostaba, no he podido sacarte de mi cabeza en este tiempo y estar lejos de
ti ha sido lo más duro que me ha pasado nunca. Te he llamado mil veces durante
este tiempo y como no me lo cogías he dejado que saltara el contestador solo
para poder oír tu voz. –Él intentaba
contener las lagrimas y lo consiguió, a mi en cambio se me escapo una lagrima.-Cada
noche miraba una foto tuya y saboreaba cada beso y he intentado elegir el
mejor. Nuestro mejor beso y pensé que estaba por llegar… pero no sé si ya se lo
has dado a Dani…
No podía pronunciar palabra. Tenía un nido en la garganta,
avispas en el estomago y una granada en el corazón. Era como si estuviera cayendo
una tormenta solo sobre mí.
-No, es solo que… No intento que esto suene como una escusa,
pero es que él me recordaba a ti y pensé que tú estabas con esa chica y pasó lo
que paso.- Estaba llorando.- He intentado olvidarte porque pensé que estabas
con otra y que la habías cagado conmigo, pero la que ha jodido todo he sido yo
y lo entenderé si te vas, si no me vuelves a hablar pero solo quiero que sepas
que te he amado mucho, y ahora te amo más que antes.-Me quite las lagrimas de
las mejillas.- Todo lo que he sido, todo lo que soy esta en tus ojos, me lo has
robado. Me has robado el alma.
Un silencio inundo la habitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario